MUJER se escribe con M de muerte...¡y con J de JUSTICIA!

M  ...de muerte

U   ...de urgente

J    ...de justicia

E   ...de equidad

R   ...de raciocinio

Todas las mujeres tenemos un nombre…que nos identifica durante nuestra existencia, y más allá de ella;

Todas tenemos una vida…para explorarla y disfrutarla como queramos;

Todas tenemos miles de sueños… por alcanzar y realizar, según nuestros deseos y expectativas;

¡¡TODAS tenemos derechos...los mismos derechos  que la otra parte de la población mundial!!

La violencia contra las mujeres es una ofensa a la dignidad humana y una manifestación de las desigualdades históricas en las relaciones de poder entre mujeres y hombres, también es considerada como una forma de discriminación que impide gravemente que la mujer goce de derechos y libertades en pie de igualdad con el hombre.

MUJER se escribe con M de muerte...¡y con J de justicia! es la nueva sección del blog Mujer Sin Cadenas, donde se intentará exponer de forma clara las historias de muchas mujeres que han tenido la desgracia de vivir episodios de violencia en cualquiera de sus formas: emocional, psicológica, económica, física, sexual, social, institucional y, la peor de todas, conocida como el extremo del maltrato y la culminación fatal de la violencia: el feminicidio.

Son mujeres que han sido laceradas, vulneradas y violentadas en su integridad y en su dignidad; los agresores pretenden a toda costa destruir las ilusiones, proyectos y vidas de mujeres que no son de su propiedad; son mujeres, en  muchos de los casos,  inmoladas por sus propias parejas, ex parejas o desconocidos, y que de alguna forma han tenido la desgracia de padecer las graves consecuencias del machismo y la misoginia.

Son casos reales, obtenidos de fuentes de información fidedignas: periódicos, revistas reconocidas, medios de comunicación, páginas de asociaciones civiles y de derechos humanos, así como de observatorios que tratan de aportar datos específicos (por cierto, misión casi imposible) debido a la ausencia e indiferencia del Estado en la problemática referente a la violencia contra las mujeres y los feminicidios.

La violencia cotidiana y los asesinatos de mujeres (vinculados a relaciones sentimentales o cometidos por desconocidos) son crímenes que deben castigarse. Sin embargo, la mayoría quedan en la impunidad, reflejando la indolencia, ineficiencia y desinterés de la sociedad en general y de las autoridades.

Esto ha permitido que los agresores, delincuentes en potencia,  amplifiquen sus capacidades homicidas y, a la menor provocación, agredan y/o maten a mujeres indefensas con absurdas e inexplicables justificaciones,   victimizándolas en más de una ocasión (para evadir su responsabilidad) y culpándolas por los actos delictivos que cometen  en contra de ellas. 

Muchas mujeres deciden (por múltiples motivos) "resistir" y resignarse a una vida constante de maltrato psicoemocional, físico, sexual y económico, sin embargo, tarde o temprano se dan cuenta que  las marcas emocionales causadas por los maltratadores quedarán de forma permanente.

Otras, intentan suicidarse al encontrarse en un estado de depresión inevitable, de impotencia absoluta, al no contar con apoyo y al miedo que les provoca denunciar o hablar de su situación.

Cada día son más las mujeres que  se deciden a actuar, denunciar y alejarse de sus agresores...pero no todas corren con la suerte de lograrlo.

Otras féminas han tenido la fortuna de haber sobrevivido a serios y crueles ataques en contra de sus valiosas vidas,  pero guardando profundas heridas  (internas y externas)  con las que tendrán que aprender a vivir,  las cuales, les recordarán irremediablemente que fueron víctimas de sujetos violentos.

Por lo general, quienes sobreviven a un feminicidio sufren  de terror permanente, con secuelas de angustia, sensaciones de desprotección y de aberrante incertidumbre; intentan mantenerse vigilantes y alertas, pues sus parejas o ex parejas se convierten en sus peores enemigos, en depredadores que viven acechándolas y amenazándolas. Lamentablemente, muchos agresores lograrán su objetivo: matarlas  en cualquier momento.

Muchas víctimas de violencia, buscarán justicia por todos los medios posibles, pero ...¿cuántas de ellas la encontrarán?

En esta sección retomaremos casos reales de mujeres maltratadas, así como de determinados casos de los miles de feminicidios cometidos en cualquier parte del mundo (algunos conocidos por la opinión pública),  basándonos en hechos fehacientes y comprobables. No importa el país, la cultura, la edad, la razón...¡¡todas somos  mujeres!!,  al igual que las agredidas y las asesinadas.

El género femenino agoniza; está siendo atacado y vulnerado vilmente de forma emocional, psicológica, económica, física, sexual y, desgraciadamente, muchas mujeres están pagando con sus vidas las atrocidades de despiadados verdugos,  cobardes  agresores  y potenciales delincuentes.

Mientras escribo estas líneas (o durante el tiempo requerido para leer este artículo), muchas mujeres en varias partes del mundo están siendo agredidas de alguna forma; sufren amenazas, insultos, golpes, violaciones sexuales, mutilaciones, graves vejaciones, abusos económicos y, en el peor de los casos, están siendo masacradas…La otra violencia a la que tendrán que enfrentarse (si sobreviven o, en su caso, sus familiares), será la del Estado, debido al carente y deficiente sistema jurídico que, en teoría, debería protegerlas y ampararlas, y por consecuencia, a la ausencia de la impartición de justicia.

No debemos olvidar que todas las  mujeres (maltratadas o no, vivas y asesinadas) tenemos un nombre, una vida, sueños y derechos... Y DEBEN SER RESPETADOS.

Sí, en este instante una mujer está siendo víctima de violencia. No tiene opción: sobrevivir con las alas destrozadas o, en el peor de los casos, ha sido cobardemente asesinada...

 

Comenzaremos esta serie, con una semblanza del caso de una joven mujer asesinada hace siete años:

Nadia Alejandra...


(Haz click en su nombre, y conocerás su historia)