Cien días para que termine el año
Hola, hoy me siento particularmente contenta y llena de energía porque asistí, por tercera ocasión a una celebración y ceremonia chamánica para celebrar el equinoccio y con él, la entrada del otoño; época de recoger lo sembrado, tanto literal como metafóricamente hablando.
Por esta ocasión, permíteme hablar del tema que ocupa a esta columna de manera indirecta pues hablar del otoño, de cosecha de lo sembrado es, sin duda, hablar de la riqueza que se ha creado a lo largo del año. Esta estación es, además, mi favorita: los colores naranjas, rojos, cafés, amarillos, el ambiente algo más fresco que hace que nos apetezcan bebidas más templadas y otro tipo de alimentos. En general, experimentamos un talante que se prepara ya para despedir al año: el final de un ciclo más que dará inicio a otro.
Los ciclos de la naturaleza son una realidad que honro y me dan paz pues es vivir la certeza de algo que se repite siempre en medio de una realidad humana tan convulsa e impredecible. La Naturaleza, la Pacha Mama nutricia, siempre; amante de sus hij@s siempre, confiable siempre, rica y abundante siempre(mujer tenía que ser).
El otoño es la época de cosechar todo lo que hicimos en el año; después de eso, la Madre Tierra se dispone a descansar y se prepara para dar vida y riqueza el año que viene. De hecho, a partir de mañana, 23 de septiembre, nos quedarán exactamente 100 días para despedir este año.
¿Cómo puedes aprovechar este tiempo para cerrar el año generando y aumentando abundancia en tu vida: abundancia en todos los sentidos, como La Madre Tierra? ¿Qué planes puedes diseñar, qué estrategias puedes crear para aprovechar estos valiosos 100 días y crear momentum para iniciar el año que viene con todo un plan de doce meses que te ayude a tener unas finanzas más sólidas? ¿Cómo puedes aprovechar estos cien días para informarte, educarte, aprender, y ordenar tus ideas, tus finanzas, tus documentos, tus prioridades, tu hoja de ruta y empezar el siguiente año con un para qué bien definido financieramente hablando?
¿Qué tal hacer algo más que los típicos rituales de cada fin de año – serenar monedas, dar, no sé cuántas vueltas a la manzana con una maleta en la mano para atraer viajes y demás?- ¿Qué tal aplicar sistemáticamente lo que ya has aprendido, aprovechando estos últimos cien días, para iniciar un nuevo ciclo enfocada en volverte experta en crear riqueza: tu riqueza?
En todo eso pensé cuando llegué a la ceremonia acompañada de mis dos hijos, feliz pues deseaba dar las gracias porque estoy en la época de cosecha de todo el esfuerzo, el enfoque, el aprendizaje, la disciplina y el compromiso que sembré este año; sin importar los errores que cometí. Déjame contarte cómo fue mi celebración del equinoccio de otoño hace apenas unas horas.
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Al terminar el viaje chamánico, nos tomamos tod@s de las manos y llegó el momento de agradecer por un acontecimiento que hayamos vivido este año (por supuesto, hay más, pero debimos elegir sólo uno). El agradecimiento al Universo, a la Madre Tierra, a Dios-Diosa, a la Pacha Mama, es un paso importante para poder recibir más.
Después llegó otra parte muy rica del ritual: la cena con productos de maíz: yo llevé pozole cocinado por mi hijo mayor, hubo muchos guisos de maíz y una conversación animada y agradable.
Celebrar y agradecer la época de cosecha - tanto literal como metafórica - nos prepara para recibir abundancia del Universo, abundancia y riqueza de la Madre Tierra.
Feliz Equinoccio de Otoño. Feliz cosecha: tu cosecha.
Un abrazo,
Mercedes
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