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domingo, 24 de julio de 2011

¡NO TE CONFUNDAS!: ¿Es amor o pasión?


Nadie sabe cómo ni cuándo el amor y la pasión, juntos o por separado, llamarán a nuestra puerta, porque se acercan a nosotras con innumerables disfraces para hacernos vulnerables a sus deseos. La única manera de evitar enamorarte es huir, porque si escapas de él no pasa nada, pero si te atrapa…será irreversible.

Existen varias diferencias entre el amor y la pasión. Puede haber pasión sin amor pero nunca puede darse el amor si no hay pasión. Pasión significa una exacerbación de un afecto vinculado, transmitido, canalizado hacia otra persona. Puede haber momentos de pasión sin amor, siendo solamente una pulsión en la que se comparten momentos parciales sin problemas, siempre que haya un acuerdo. Si no hay acuerdo es violación, no pasión.

Cuando estamos enamoradas tendemos a pensar que este es el amor definitivo, el que se ha estado esperando toda la vida, ese amor que será para siempre…


El enamoramiento: la llama se enciende
Nos enamoramos por diversos motivos, pero especialmente porque pensamos o sentimos que esa persona es encantadora y nos atrae muchísimo. Nuestra mente siempre está divagando con él y nos pasamos todo el día pensando en ese maravilloso ser que nos ha cautivado… Tenemos un irresistible deseo por estar con él, de saber de su vida, de acercarnos más y madurar la relación y ese amor que sentimos, queriendo convertirlo en ese amor sólido con que todo humano sueña…

Pero es necesario pensar en esos momentos que el enamoramiento es sólo el inicio que eventualmente podría terminar en verdadero amor, o podría también, ser un enamoramiento no correspondido y hundir a una de las dos partes en un estado de tristeza que tendrá que ser superado.

Desde esta perspectiva, el amor de pareja consta de dos etapas:

1) El enamoramiento, que es un espacio donde la conciencia pierde los referentes y se entra un poco en la locura porque es un espacio atemporal, propio;

2) El amor, que es el compromiso y la elección que implica el reconocer a aquella persona de la cual nos  enamoramos, como alguien con quien compartir la realidad cotidiana, lo que implica un proyecto y un reconocimiento mutuo emocional, sentimental, social y sexual.

 
Enamorarse es un estado emocional de alegría y felicidad que sentimos cuando nos encontramos fuertemente atraídos por otra persona, a la que idealizamos y le atribuimos toda una serie de cualidades que, en la mayoría de los casos, magnificamos. En cada persona el enamoramiento surge por causas diferentes y específicas. Vemos en esa persona a un ser encantador que nos cautiva por una serie de cualidades que nos gustan y nos atraen, su manera de ser, comportarse, moverse, belleza, inteligencia, etc. Incluso a veces no encontramos una causa objetiva y concreta que justifique los sentimientos que experimentamos.

Enamorarnos no es algo voluntario, sucede sin decidirlo. Aunque nos neguemos al amor, en cualquier momento podemos sufrir el sorprendente amor a primera vista.

Factores de atracción o “química” entre dos personas:


 

Proximidad.
El contacto mantenido entre dos personas de forma frecuente genera confianza, de tal manera que estos dos sujetos se encuentran más cómodos y llegan a predecir el comportamiento del contrario, además, la proximidad puede crear la atracción. Sin embargo, tiene que haber un sentimiento más fuerte para que esta relación llegue a ser armónica, ya que puede resultar el efecto contrario, que esta proximidad llegue a invadir la vida privada y la relación se convierta en irritante.

Apariencia física.
Siempre resulta placentero observar lo que es bello y se tiende a pensar que cuando existe una envoltura bonita el interior también será igualmente bonito. La popularidad que va unida a las personas que son agraciadas físicamente, la seguridad que proporciona así como la autoconfianza, son elementos que atraen de forma importante a los demás.

Características personales.
No tienen por qué ser las que realmente poseemos sino las que perciben los demás de nosotros. La generosidad, sentido del humor y el buen carácter son cualidades que procuran comodidad en las relaciones. La competencia, siempre y cuando sea moderada, es otra cualidad que la gente admira, pero el perfeccionismo se percibe con rechazo, porque recuerda a los demás sus propios defectos.

Similitud.
Los miembros de una pareja tienden a tener características similares en cuanto a raza, cultura, edad, status, religión, educación, inteligencia, valores y actividades. Aunque es probable que, si satisfacen los requerimientos de uno y del otro, los contrarios se atraigan hasta cierto punto. Esto no sucede así cuando se trata de personas de baja autoestima, por el reforzamiento de las conductas propias en el otro.


Reciprocidad.
Somos atraídos por las personas que atraemos y consideramos que con ello demuestran su “buen gusto y criterio”. Esta relación revierte en los sujetos de baja autoestima, porque nunca lo consideran sincero.

Cuando la persona enamorada es correspondida, siente un deseo irresistible de estar con la otra persona, de conocerla y de ahondar en su vida. Pero cuando esto no es así y el enamorado no es correspondido, experimenta un sentimiento de tristeza y frustración que tendrá que ir superando para salir de este estado.

Al enamorarnos pensamos que ese amor será el definitivo, único e irrepetible y que va a perdurar siempre. Sin embargo, es tan sólo el comienzo de un proceso que puede o no acabar en verdadero amor, y que dependerá en gran medida del conocimiento y el trato que vaya teniendo de la otra persona, conocer sus gustos, preferencias, objetivos etc.

Este proceso consiste en la maduración de ese amor inicial para convertirlo en un amor sólido donde se cimiente una relación duradera y de entrega, dando paso en muchas ocasiones a un proyecto de vida en común o de familia.

¿Qué es pasión?
La definición que nos proporciona el Diccionario RAE es:

"Acción de padecer; Perturbación o afecto desordenado del ánimo. Inclinación o preferencia muy vivas de alguien a otra persona".

Más que una emoción, la pasión es una fuerte motivación que nos impulsa y nos dirige con el fin de satisfacer la necesidad biológica de reproducirnos. La pasión es insistente y difícil de desaparecer, y cuando es correspondida le añadimos emociones como la ilusión.

La pasión está mezclada con el impulso sexual, pero es muy diferente a éste. Muchas personas confunden la pasión con el ansia de desahogo sexual, pero la pasión y el anhelo de satisfacción sexual se encuentran en distintas zonas del cerebro.

La mayoría cree en el amor romántico y la preocupación se centra en la búsqueda de alguien que los ame en lugar de encontrar a alguien para amar, porque el que da amor verdadero, no es posesivo.

Puede ocurrirle a cualquiera el milagro de enamorarse perdidamente, pero ese sentimiento de unidad y de intimidad único es por su misma naturaleza poco duradero, hasta que llegan a conocerse bien y se dan cuenta que no se toleran, se aburren, y se desilusionan.

El amor apasionado se caracteriza por su estado emocional salvaje, en el que se genera confusión de sentimientos. Hay ternura y sexualidad, júbilo y dolor, ansiedad y descanso, altruismo y celos. El amor apasionado es limitado (de 6 a 30 meses) con posibilidad de resurgir a veces.

Con frecuencia, algunas mujeres confundimos el estar enamoradas con otras formas de amor o de sentimientos. Debemos tratar de identificarlas y de diferenciarlas del verdadero enamoramiento.


Algunas de ellas son:

1. Cuando la persona se enamora solamente si hay un obstáculo que impide llevar a cabo una relación, pudiendo ser este obstáculo el propio rechazo de la persona a quien quiere conquistar, o bien la existencia de un rival, o cuando está casada, etc. En tal caso, cuando el obstáculo desaparece y consigue su objetivo, el amor también desaparece.

2. Cuando una persona se siente atraída por otra como consecuencia de lo que tiene o representa: riqueza, poder, clase social, etc. Es lo que llamamos el amor por interés. Personas que consiguen sus metas a través de otros y se valoran en función de los méritos del otro.

3. Personas inseguras que engañan a la persona amada para seducirla, con cualidades que no tienen u ocultando defectos. Son personas que conocen muy bien sus limitaciones y que saben cómo ocultarlas y evitar que el otro las perciba pero, tarde o temprano, salen a la luz y es cuando empiezan las decepciones.

4. Tras una decepción amorosa, hay personas que quieren volver a enamorarse para olvidar el amor que le está haciendo sufrir, mantienen una relación con otra persona con la que se sienten cómodos pero no enamorados, pasado cierto tiempo esta relación fracasa.

5. El caso de esas personas, sobre todo adolescentes, que creen estar enamoradas de sus ídolos, sienten admiración por lo que hacen o por como son físicamente, y lo confunden con el amor.

Muchas mujeres piensan que están enamoradas y aman a su pareja, hacen muchas locuras en nombre del amor, sufren hasta lo indecible, y tratan de mantener una relación que en el fondo del corazón no es lo que se sueña. Y es que creen que ese amor es lo único de valor que tienen.

Cuando estás enamorada es verdad que se da el todo por el todo, pero cuántas de nosotras sabemos que muchas veces ese “amor” no es otra cosa que un “enamoramiento pasional”; se confunde mucho ese concepto en la hora del amor.
Y...¿Qué es amor?
Una de las definiciones que aporta el  Diccionario RAE  y que me pareció más conveniente utilizar para este tema es:

"Sentimiento hacia otra persona que naturalmente nos atrae y que, procurando reciprocidad en el deseo de unión, nos completa, alegra y da energía para convivir, comunicarnos y crear".


Por lo tanto, amar significa anhelar a alguien, y la satisfacción de ser objeto de la ternura de otra persona tiene, sobre todo, el carácter de halago del yo y se relaciona con el sentimiento de la vanidad satisfecha, del orgullo complacido, aumenta la valoración de uno mismo.

El amor es una emoción que se desarrolla a edad temprana. Cuando es positivo, constituye la base de los logros humanos y es el germen de la tolerancia, el autosacrificio, la amistad y muchas otras manifestaciones que pueden disfrutarse en las relaciones sociales. Se alimenta con comprensión, respeto, tolerancia, confianza, lealtad, fidelidad, pasión, comunicación…

Dentro de una relación de pareja, no solo amar y ser amado es el alimento que proporciona satisfacción, también se busca la protección y la ayuda mutua, la confianza y la seguridad, sobre todo cuando ya se ha cumplido una edad madura en la que el sexo pasa a un segundo plano y se anhela, sobre todo, la estabilidad presente y futura.


Para amar es necesario que sean dos y en el amor tiene que haber una elección, tal vez la más importante de todas, pues con esa persona compartiremos las responsabilidades de la vida, la casa, los hijos y nuestras penalidades y alegrías.

Nadie puede creer que el amor verdadero sea un arte que haya que aprender. Al comienzo de toda relación es bueno conocer las inquietudes, hobbies y actividades que a cada uno le gusta hacer e intentar respetarlas y, en la medida de lo posible, hacerlas juntos pero, sin forzar situaciones.


No debemos olvidar que también es bueno hacer cosas individualmente y que es un error pensar que las parejas que pasan más tiempo juntas funcionan mejor. Se trata de no perder nuestras propias ilusiones, ya que, en la medida en que una está bien consigo misma, lo va a estar para aportar lo mejor de sí a la relación.

El amor significa unión, pero conservando ambos la propia individualidad. El amor es posible sólo en libertad. La envidia, los celos y la ambición son pasiones, y el amor no es una pasión, es una actitud, una capacidad humana. No es un arrebato súbito sino una disposición permanente de dar, pero también de ser correspondida.

No se trata de darse mutuamente cosas materiales solamente, sino de darse también la propia vitalidad, lo que está vivo en cada uno, su alegría, su interés, su comprensión, su conocimiento, su humor, su tristeza y todas las expresiones propias de cada uno.

El amor, usado negativamente, cuando solo se piensa en satisfacer las propias necesidades afectivas, se trasforma en vanidad, egocentrismo y orgullo; distorsionado se puede trasformar en odio y unido al miedo en celos.

Un ser humano que está solamente en una situación de narcisismo permanente, es decir, en el que solo se ve a sí mismo, es una persona que progresivamente va imaginando la realidad y desarrollando una dinámica patológica. Expertos consideran que el psicópata es el sujeto que ha llevado el narcisismo al extremo de imaginar la realidad de contacto con el otro, sin emocionalidad, hasta el punto que puede destruir sin alterarse. Hay mucho psicópata cívico, no solo en las cárceles, y ejemplos de ellos pueden verse diariamente en los sujetos maltratadores de sus parejas.

Lo que une a los matrimonios no son lo hijos como muchos creen, porque si esto fuera cierto todos los matrimonios se realizarían después del primer o segundo hijo. Lo que une a los matrimonios o parejas es la convicción de querer pasar el resto de su vida juntos. Los hijos, así como llegaron y causaron una gran felicidad, también se irán, porque también ellos harán su propia familia, y solo quedará esa maravillosa persona que elegimos como compañía en el gran viaje que es la vida.

El desgaste:


Cuando la relación de pareja se alarga, la pasión empieza a cambiar. Generalmente, con el tiempo se va calmando y convirtiendo en un amor profundo. Se van disolviendo aquellas fuertes emociones, el éxtasis, el anhelo desmedido, el pensamiento obsesivo, la energía intensa. Las parejas ya no pasan todo el tiempo mirándose y acariciándose.

Puede suceder que la pasión se transforme en sentimientos de seguridad y comodidad, en una sensación de calma, en una unión satisfactoria y feliz con la pareja, cuya vida está estrechamente entrelazada. O bien, al pasar de la euforia del comienzo a la tranquilidad de la vida cotidiana, se produce el cansancio y el deterioro de algunas parejas que no han puesto los medios para evitarlo, y esto junto con la rutina, puede conducir al final de la relación.

Admitámoslo, los años logran que el fuego se enfríe y que los corazones ya no ardan, pero si se aman el uno al otro, lograrán hacerlo de forma distinta, más cálida y confiada. Lo que perdura es un cariño y una amistad de pareja muy profundos, un sentimiento de vínculo por esa larga convivencia. Es un amor de compañeros, una amistad amorosa entre un hombre y una mujer, basado en el afecto, la confianza, respeto, lealtad y conocimiento íntimo mutuo.

Si la pasión en la relación fuera eterna, pasaríamos años volcados en la adoración obsesiva del otro, no podríamos concentrarnos en nada más que no fuera nuestra pareja, y sería perjudicial para las actividades diarias. Moriríamos de agotamiento, porque la pasión intensa consume  tiempo y energía enormes. Por lo tanto, nuestro cerebro calma la tormenta de la pasión romántica y nos proporciona la tranquilidad, pudiendo transformarla en amor o permitiendo enamorarnos de otra persona para formar un nuevo vínculo.

De hecho, la gran cantidad de infidelidades y divorcios en todo el mundo es consecuencia de nuestro impulso de enamorarnos una y otra vez. Pero en nuestro cerebro se desarrollan impulsos de amor calmado y confiado, con el propósito de motivarnos a permanecer emocionalmente unidos a la pareja.

Cuando la relación de pareja se ha vuelto estable, cómoda y segura, y cuando la euforia de la pasión ha decaído, la mayoría de los matrimonios se acostumbran a una relación duradera que carece del goce de la pasión, algunos acuden a terapia de pareja para intentar renovar la pasión entre ellos, otros buscan un romance extramatrimonial y muchos se divorcian.


Existen algunas relaciones de pareja largas en las que la pasión vuelve a ser intensa en los momentos de novedad o aventura, como las vacaciones o las situaciones distintas a la vida cotidiana. Pero también hay parejas que llevan casadas más de 20 años y se mantienen enamoradas toda la vida. En ellas no sólo el amor, sino también la pasión, los mantienen juntos muchos años en una unión duradera. Son compañeros, comparten su intimidad y además saben equilibrar bien la autonomía con la cercanía.

El amor no es sólo fruto de un loco proceso de enamoramiento, sino que también florece ante la posibilidad de la pérdida. Muchas veces la pasión reaparece cuando pensamos que estamos a punto de perder al objeto de nuestro amor. Sin embargo, debemos ser cautelosas, porque esta pasión es efímera, justificada por el miedo a la pérdida. Una vez que se asegura de nuevo el amor, la pasión tiende a apagarse de nuevo.

¿Cómo perdurar?
Para que esto no ocurra y mantengamos la ilusión y entusiasmo, es preciso cuidar día a día nuestra vida en común, a través de pequeñas y sencillas cosas:

*Fomentando  los pequeños detalles
*Con comunicación
*Intentando cada día un acercamiento mayor
*Demostrando mutuamente amor, respeto, tolerancia, consideración y fidelidad
*Sintiendo y proporcionando felicidad mutua.

El enamoramiento es desenfrenado, pero una vez que das el paso del estado incandescente del enamoramiento al amor, te conviene establecer con tu pareja un pacto para no caer en una dependencia que podría terminar en la pérdida de identidad.

DIFERENCIAS:

AMOR:
El verdadero amor lo sentirás y sabrás que es verdadero cuando tu corazón no te haga preguntas, cuando antes de que hables, tu pareja sepa lo que deseas; el amor es casi sentirse el uno con el otro a pesar de las distancias.
*lleva tiempo
*surge de la relacion, del cariño, de los rasgos fundamentales del caracter de la pareja
*anhela conocer todo sobre la pareja
*se basa en la confianza
*se hace fuerte en la distancia


PASION:
Es algo que se siente muy fuerte en el corazón, pero que  va exigiendo tanto, que ya no se encuentra manera de complacer, todo parece poco: sufres, lloras, te sientes angustiada porque él no llama, porque se pierde por mucho tiempo sin que sepas lo que está pasando. Si eso ocurre en tu relación, tómate un tiempo y piensa si de verdad estás enamorada, idiotizada, o acostumbrada a ese ser. Suele confundir mucho, pero cuando encuentres el verdadero amor verás que todo lo que has estado pasando antes no era amor, era “enamoramiento”.


*se idealiza en base a una impresión o percepción instantánea de otra persona
*surge de características vanales o superficiales de la otra persona
*se satisface con conocer muy poco
*se alimenta del contacto (no puede estar lejos)





MUJER:

Debemos mantener presente que a lo largo de nuestro camino encontraremos personas inseguras que engañan para conseguir sus propósitos, fingen cualidades que no tienen y ocultan muy bien sus limitaciones, y aunque las reconozcan no las dicen, hasta que la otra persona las percibe y empiezan las decepciones al sentir el engaño.

Debemos tomar precauciones, estar conscientes que el amor y el enamoramiento o pasión son dos cosas muy diferentes, que si bien es cierto el enamoramiento se puede convertir en amor verdadero y duradero, puede suceder también que una de las partes esté enamorado falsamente, o incluso, podría ser que se sienta atraído por lo que la otra persona tiene o por lo  que representa social o económicamente.

El amor existe. No debemos renunciar a ese hermoso sentimiento por el hecho de haber sufrido algunas decepciones. Nada debe negarnos a ese sentimiento tan sublime como lo es el amor.

El amor todo lo da,  trae felicidad, seguridad emocional y estabilidad. La felicidad se nota a lo lejos. Los ojos tienen otro brillo, toda la vida cambia…cuando encuentres a esa persona, sabrás reconocer lo que es el amor, lo demás es humo...como el enamoramiento por pasión.

Si en tu camino encuentras la pasión o el amor verdadero…decide qué es lo que deseas.
Tu eres la única que puede saber qué es lo que más le conviene a tu vida en determinado momento. Pero aprende a diferenciarlos para que elijas bien.

Lo importante es que mantengamos la ilusión y el entusiasmo por la vida y el amor, cuidemos nuestro corazón de la confusión del enamoramiento y del amor verdadero.


Debemos tener la mente abierta, prepararnos y estar dispuestas a sobreponernos cuando nos sentimos enamoradas, pensando siempre que es un sentimiento que podemos confundir con amor.

Debemos mantenernos altivas y alejarnos valientemente de una relación que no pasará de la euforia del enamoramiento, si realmente lo que buscas es AMOR.

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