¿Sabes si perteneces a las largas filas de mujeres maltratadas que hay en el mundo?...Yo no lo sabía; tardé casi 20 años en darme cuenta que yo era una de tantas y tantas mujeres que sufren maltrato en su matrimonio. No lo supe a tiempo, pues la violencia que mi actual "casi ex-marido" ejercía contra mí no era física ni sexual; era otro tipo de violencia... la invisible, la que no deja huellas notorias, pero sí causa heridas que lastiman y denigran el alma, devalúan la autoestima, ensombrecen la dignidad, aniquilan el orgullo y destruyen el corazón...hasta que finalmente logran romper cualquier vínculo sentimental entre la pareja.
Por eso mi pregunta inicial, ¿sabes si tú eres una mujer maltratada, o prefieres vivir en la ignorancia y negación sobre la situación de violencia que padeces de forma cotidiana?
¡YA BASTA!
Ni una más
Tolerancia cero
¡No te calles!
Denuncia
Quiérete a ti misma
Si te pega, no te quiere...
...y mil frases más, son los símbolos de un lenguaje que se ha vuelto habitual, no solo en México, sino alrededor del mundo.
Las mujeres hundidas en relaciones destructivas, deben abrir los ojos y darse cuenta que son víctimas de violencia machista ejercida por sus propias parejas....esos hombres a quienes hemos sido capaces de amar y a quienes nos entregamos de forma total e incondicional...pero que finalmente han sido hombres a quienes eso no les ha importado.
El abuso es imperdonable. No hay grados ni niveles. Si soportas una agresión de cualquier clase, por mínima que sea, entonces serás capaz de ignorar, minimizar y perdonar cualquier situación indigna, y no solo eso, sino que además, pones en peligro tu integridad emocional y tu propia vida.
Analiza, piensa y medita los siguientes cuestionamientos con relación al maltrato de mujeres. Responde de forma honesta, y si te identificas con algún signo de alerta, no lo dudes...eres una mujer maltratada.
- ¿Tu pareja te presta atención, te escucha, hace gestos despreciativos o se burla de tí cuando hablas?
- ¿Te sientes abandonada emocional y físicamente?
- ¿Te prohibe de forma abierta o encubierta que trabajes o que estudies?
- ¿Te humilla o te degrada, con ironías, sarcasmos, "chistes", o de forma abierta, delante de otras personas?
- ¿Acostumbra criticarte, amenazarte o insultarte, dañando tu autoestima y logrando que te sientas culpable por sus "reacciones"?
- ¿Te ha gritado o asustado de forma amenazante (alzar la mano, aventar objetos, lastimar a las mascotas o con hacerle daño a tus hijos)?
- ¿Te limita el dinero, te amenaza con no darte lo que necesitas o te restriega que es él quien lo gana y que sin él no serías nadie?
- ¿Te obliga a rendirle cuentas?
- ¿Confías en tus decisiones o tienes que consultar todo con él?
- ¿Te manipula y te amenaza con decirle a tus amistades o familiares tus "defectos"?
- ¿Es celoso y posesivo al grado de molestarse por motivos injustificados?
- ¿Te ha acusado alguna vez de serle infiel o de que te gusta coquetear con los demás?
- ¿Sientes que has abandonado a tus amigos, familiares o compañeros de trabajo desde que estás con él?. ¿Te limita o te prohibe socializar con ellos?
- ¿Controla constantemente todos tus movimientos, presionándote para que le digas dónde estás, con quién estuviste o hablaste, así como todo lo que haces?
- ¿Te indica o te sugiere la forma en que debes vestir, hablar y comportarte?
- ¿Suele pedir las cosas o acostumbra exigir y ordenar?
- ¿Respeta tu privacidad y tu espacio?, ¿Ha revisado tus cosas personales como tu bolsa, tus cajones, tu teléfono o tu correo?
- ¿Alguna vez ha lloriqueado para salirse con la suya, o bien, para pedirte perdón y promete que cambiará por el "amor" que siente por tí?
- ¿En ocasiones haces cosas que no quieres o que no te gustan solo para que no se enfade contigo?
- ¿Te sientes insegura y temerosa ante su presencia?
- ¿Te desautoriza delante de tus hijos, tratándote como una inútil y mala madre?
- ¿Te ha empujado, pellizcado, jaloneado, apretado...o golpeado salvajemente?
- ¿Te ha obligado a tener relaciones sexuales?
Si contestaste de forma sincera a más de una pregunta de manera afirmativa...¡¡no te engañes!!.
Los detalles cotidianos en el comportamiento de tu pareja son determinantes para identificar la violencia machista. Su único objetivo: dominar y someter a las mujeres.
Tú decides qué es lo mejor para tí y para tus hijos, pero recuerda que la violencia no se detiene por sí sola, al contrario, avanza y se incrementa. Si hoy vives violencia emocional o económica, mañana sufrirás de abusos físicos y sexuales más peligrosos.
Piensa en tus hijos, ellos también son víctimas de violencia. Los daños psicológicos y emocionales pueden afectarlos severamente, pero también su vida está en riesgo. No los expongas. Recuerda que la violencia se aprende, y ellos podrían convertirse en adultos violentos, inseguros y temerosos.
Los agresores no cambian, por más promesas y frases de arrepentimiento que expresen o muestren su lado "generoso" y derramen falsas y ridículas lágrimas de perdón después de un ataque (ya sea físico, emocional, económico o sexual)....¡¡LOS MALTRATADORES NO CAMBIAN!!
Mientras más pronto salgas de ese entorno violento, más pronto será tu recuperación, o...
...¿Prefieres seguir arriesgando tu integridad, tu dignidad y tu propia vida y la de tus hijos?