¿Quién puso más?
Una de las formas más eficaces para destruir un hogar consiste en malgastar el dinero de forma sistemática, cargando sobre los hombros de la otra parte toda la responsabilidad del hogar.
¿Se acuerdan de mi amiga Lilith?, bueno, les sigo contando su historia. Ella tenía un marido de personalidad inmadura, narcisista y psicopática. Por su trabajo, solía viajar dentro del país y al extranjero, de un momento a otro. Todo este ajetreo de viajar continuamente comenzó como parte del trabajo y, con el tiempo, se hizo un hábito en él: era su forma de zafarse del compromiso con la familia.
Cuando había algún asunto importante, como el nacimiento de sus hijos, el cambio de residencia, una enfermedad, etc., él “tenía” que viajar por cuestiones de trabajo. No podía con todo eso y, sencillamente, huía.
Dejaba todo el manejo y la responsabilidad del cuidado de los hijos en manos de Lilith (con la minuciosa revisión de los gastos a su regreso, claro; de eso no se escapaba). En cuanto a él, bueno, gastaba en hotel, comidas, diversiones y alcohol, con dinero que esquilmaba de las cuentas de la empresa.
Empezó a codearse con clientes que sí tenían el nivel de ingresos que les permitía darse esa vida sin que los recursos salieran de las tarjetas de crédito. En el caso de Narciso (así le llamaremos), cuando no podía cargárselo a la empresa, se las arreglaba para ser invitado por sus clientes o, ya de plano, daba tarjetazo y eso fue provocando problemas con su historial crediticio.
Se hizo adicto a comprar: ropa, coches, viajes, “juguetes” tecnológicos, etc., Pensó que su vida sería así para siempre pues se consideraba indispensable e irremplazable, hasta que, trece años después, fue despedido y con ello, su riqueza hechiza se fue al diablo. Fue entonces cuando surgió su verdadera personalidad y con toda la rabia que las pérdidas materiales le crearon, hizo uso de las pertenencias de Lilith y, encima, le pidió que solicitara varios créditos a su nombre porque el historial crediticio de él era desastroso y como las esposas “deben” apoyar a su esposo… ya se imaginan el resto ¿no?
Por otro lado, el infantil Narciso se dedicó a conseguir la firma de su esposa para varios asuntos del dinero con engaños y, cuando ella empezó a desconfiar,él, de plano, la empezó a falsificar. Cuando empezaron a llegar las notificaciones pidiendo a mi amiga que pagara cantidades importantes que tenían varios meses de retraso, a ella se le fue la mandíbula al piso. La violencia, que hasta entonces había sido, más bien de baja intensidad – constante pero no muy descarada – se hizo abierta e intensa: pleitos, discusiones, envidia porque ella, en su trabajo empezaba a progresar mientras él seguía sin empleo (ya para entonces, Lilith trabajaba casi todo el día pues él no conseguía empleo y se dedicó a un “negocio” que había creado y que quería que Lilith administraba, por lo que le pedía que dejara su empleo) Por otro lado, ella estaba muy angustiada y avergonzada pues el muy canalla mandaba a los cobradores hasta su trabajo. Todo ello se repitió a lo largo de varios meses que a Lilith le parecieron una eternidad, hasta que, harta, decepcionada y con un derrame en un ojo por estrés, mi pobre amiga le planteó el divorcio.
Al principio, cuando le entregó la demanda de divorcio, aquello fue para ella un alivio y motivo de alegría y esperanza ante la vida tranquila que, según ella, llevaría de ahí en adelante ¡Qué ingenua! El infierno no había hecho más que comenzar.


Por otro lado, debido a que, durante todo el proceso, el marido seguía enviando cobradores a su trabajo, fue quedándose sin los empleos que iba consiguiendo: le pedían que se fuera pues las empresas temen que se den situaciones de escándalo, y así estuvo unos meses, brincando de un empleo a otro hasta que llegaron ella y sus hijos a una situación desesperada de hambre y sin casa que jamás imaginó que viviría.
Para colmo, el todavía marido la seguía, tomaba fotos de ella y sus hijos, les llamaba continuamente, era como si siempre supiera dónde estaban.
Total, Lilith entró en una espiral de indefensión y de miedo crónico que la llevó a padecer una trombosis que la puso fuera de combate por algunas semanas angustiosas pues al no haber terminado el proceso de divorcio, él no daba dinero y ella, como no trabajaba, no cobraba y las leyes…bueno…las leyes…
GUÍA PARA LA FUTURA EXESPOSA
Si has tomado la decisión de divorciarte, echa tus barbas a remojar con lo que te conté que le pasó a Lilith y toma en cuenta la gran cantidad – e intensidad – de emociones encontradas que estarás experimentando los próximos meses, quizá hasta un poco más de un año. Por eso mismo, antes de dar el paso, te sugiero que consideres lo siguiente:
· Lo primero que debes hacer es averiguar hasta encontrar un buen abogado (cuesta tiempo y dinero, pero existen y vale la pena que uno de esos rarísimos especímenes lleve tu divorcio) y preguntar a quienes han sido sus clientes cuál ha sido su experiencia y si le recomendarían. Averigua, pregunta, cerciórate. Tienes, en tu contra, la ira, el miedo, la tristeza, el cansancio y el deseo de terminar todo; sin embargo, de las decisiones que tomes ahora – entre ellas, el/la abogad@ que llevará tu caso – dependerá la calidad de vida de los primeros años después de tu divorcio, así que haz la tarea con sumo cuidado.


· "En términos económicos, la desventaja para la mujer al separarse es mayor, y esto es así aunque siga ocupando la vivienda conyugal con los hijos y el varón deba alquilar otro lugar o irse a vivir con amigos", dice el doctor Osvaldo Otemberg. "El perjuicio es mayor si tiene hijos a cargo. Aunque trabaje, sus recursos suelen ser escasos para mantener al conjunto familiar y, si no tiene empleo, su situación puede volverse desesperante, en tanto dependerá del aporte del ex marido. Los recursos judiciales para reclamar si no cumple son siempre tardíos e insuficientes, quedando la mujer en una situación de litigante permanente".
· Para Mabel Bianco, de la Fundación para Estudio e Investigación de la Mujer (FEIM), "una de las mayores desventajas que enfrenta la mujer tras una separación tiene que ver con la falta de ponderación económica del aporte que hace al hogar, que es mucho y no se traduce en pesos". ¿Recuerdas lo que hemos hablado acerca del trabajo reproductivo y no remunerado de las amas de casa? Además, dice, la mujer suele perder mucho más en términos de espacios personales.

¿Y te cuento todo esto para asustarte y para que desistas?
¡No! Para que tomes providencias y te prepares. Para que sepas que, una cosa es lo que dicen las leyes y los anuncios de gobierno con música triunfal de fondo y otra lo que ocurre en la realidad; para que te enteres de que todos esos cuentos de las leyes que protegen a las mujeres son – al menos en Querétaro, donde vivo – sólo eso, cuentos. Para que protejas tus documentos que demuestran tus estudios y que te servirán para solicitar empleo, para que tomes algún empleo de medio tiempo y no tengas que mendigar uno después de que empezaron los trámites de divorcio; para que busques asesoría y te proveas de recursos ANTES de solicitar el divorcio para que puedan sobrevivir tú y tus hij@s mientras pasan los primeros tiempos hasta que puedas hacerte cargo de tu manutención y la de tus hijos sin tanto problema; para que busques o fortalezcas tus redes de apoyo que, en esta etapa, serán cruciales para tu recuperación material, psíquica y emocional; para que te armes de valor, paciencia y persistencia en la pelea portus derechos y los de tus hij@s; para que sepas que será una lucha ardua que te tomará algunos años antes de que puedas, realmente, cerrar ese doloroso capítulo y comenzar tu vida como mujer independiente.
Te dejo el enlace de una canción del compositor y cantante español, Víctor Manuel (¿Quién puso más?) pues el tema tiene que ver con lo que todo tipo de parejas se preguntan tras el divorcio.
Un abrazo y un excelente inicio de semana,
Mercedes
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