Hola,
Hace una semana estábamos hablando de la feminización de la pobreza y el neoliberalismo. Como el tema se iba alargando, decidí dividirlo en dos. Hoy, terminaré esta breve revisión.
Empecé mi artículo anterior diciendo que, aunque el neoliberalismo nos ha afectado a tod@s, es a las mujeres a quienes más golpea dado que somos un grupo humano con menos derechos que los hombres.
Hoy hablaré acerca de dos de los efectos del neoliberalismo en las mujeres: la migración femenina y el recrudecimiento de la prostitución, la esclavitud sexual, el tráfico sexual para echar a andar sórdidos negocios como el llamado turismo sexual.
Aunque la migración y la prostitución han existido siempre en el mundo patriarcal, con las condiciones de escasez que ha creado el neoliberalismo, ambas realidades se han extendido.
Hoy son más las mujeres que deciden cruzar las fronteras buscando una mejor situación económica. Para 2005, se reportaba que la emigración femenina aportaba un 80% de las remesas.
Según Alicia Girón González y Ma. Luisa González Marín, investigadoras del Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad Nacional Autónoma de México, las crisis resultantes de los cambios macroeconómicos que tuvieron como consecuencia la disminución del empleo formal, la reducción y desaparición de prestaciones sociales, aunadas a el abandono del campo, dieron como resultado, no sólo la emigración de los hombres sino de las mujeres, pero ya no para seguir a sus maridos, sino para poder enviar remesas a sus hijos, como jefas de familia (INEGI: 2005).
Las autoras Elson y Cagatay (2000:1356) enfatizan en el rostro de la Feminización de la pobreza como el resultado de las políticas monetarias cuyo fin es el déficit cero que amplía la exclusión de la población femenina del mercado productivo.
Por otro lado, las investigadoras Girón y González reportan que “Un fenómeno que ha cobrado fuerza a partir del aumento de los operativos para controlar las entradas ilegales a EUA, es el fortalecimiento de las redes de polleros criminales que trafican con mujeres migrantes. Estas redes engañan a las mujeres prometiéndoles un empleo en EUA. La realidad es que se las enrola en la prostitución, el narcotráfico y el trabajo en los “sweatshops”. Según un estudio, “se ha vuelto una actividad cotidiana, en Michoacán, la venta y el tráfico de mujeres migrantes por redes criminales de ‘polleros’ que las enganchan junto con niños y niñas para vender droga en los Estados Unidos y para abastecer el mercado de prostitución” (Chiarotti, 2003: 10)
El recrudecimiento de la prostitución es otra de las consecuencias de este depredador modelo económico, y, con la generalización del uso de Internet, este se ha convertido en un muy jugoso negocio mundial a través delas páginas web de novias, el sistema de aupair o intercambios culturales. En ocasiones, la situación financiera de las mujeres es tal que son capaces de atreverse a situaciones riesgosas con tal de buscar una salida a su precaria realidad.
Según Naciones Unidas, cada año, tres millones de niñas entre 5 y 14 años son incorporadas al mercado del sexo y, también, de acuerdo a la misma fuente, en 6 de cada 8 países en guerra – un subproducto del capitalismo – aumenta la prostitución de las niñas. (Fuente: Varela, Nuria en “Feminismo para principiantes” 2005: p 248)
La prostitución existe porque hay demanda masculina; sin embargo, esta parte se niega o se oculta y se responsabiliza a la parte más afectada.
El cliente, el que paga por sexo y violencia es protegido por el sistema en tanto que quien es violentada, agraviada, contagiada, embarazada y hasta asesinada, es quien resulta responsable de esta aberrante realidad del mundo patriarcal. Se “oculta esta violencia con una estructura formada por el dinero” (SZIL, Peter, psicoterapeuta experto en masculinidad. Conferencia: “Los hombres, la pornografía y la prostitución”) Fuente: Varela, Nuria: “Feminismo para principiantes” 2005.
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