La misoginia, la discriminación y otras manifestaciones homofóbicas, no deben divulgarse ni bajo el pretexto de una broma.
¿México es una sociedad de políticos machos y misóginos?
De acuerdo con el Censo de Población y Vivienda del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en México hay 57 millones 481 mil 307 mujeres, y nueve de cada 10 creen que hay discriminación por parte de la sociedad mexicana hacia ellas. Asimismo, el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) y el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) coincidieron –con base a la Encuesta Nacional sobre Discriminación en México (Enadis) 2010– que las mujeres viven una discriminación por el simple hecho de ser mujeres, pero que ésta se multiplica cuando tienen alguna otra condición de vulnerabilidad como ser indígenas, migrantes o trabajadoras del hogar.
Cifras de la Fundación Thomsom Reuters ubican a México en el puesto 15 de 19 países con mayor violencia física y sexual contra las mujeres, debido al machismo. La fundación destacó que “las excepciones o avances no han logrado hasta ahora extirpar el machismo, enquistado en una sociedad en la que dos de cada cinco mujeres casadas tienen que pedir permiso a sus maridos para salir solas de día y en la que dos tercios ha sufrido algún tipo de violencia doméstica”.
El Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México destaca que el problema del machismo y la violencia contra las mujeres se debe a una misoginia social.
En la mayor parte de las sociedades modernas, la mujer que trabaja por salario gana menos que el hombre por la misma actividad, tiene menos oportunidades para estudiar una profesión y, aunque esto está cambiando, cuando estudia una profesión ésta es subordinada y de menos autoridad, como por ejemplo enfermera-médico, mecanógrafa-jefe de departamento, historia del arte-arquitectura y decenas de casos más. No es así en todos lados, pero incluso entre la clase media con buenos ingresos ella tiene una camioneta y el un automóvil, la camioneta es para los niños y el perro (de preferencia un labrador) y el carro para el señor que va a trabajar (vieja con camioneta, dice la gente cuando las ve en la calle).
Históricamente, a la mujer se le ha asignado un papel subordinado en la sociedad y, desde luego, en la familia: es la que cocina, la que pare niños, la que los cuida y los lleva a la escuela, la que lava y plancha, la que hace las compras en el mercado y la que le lleva las pantuflas a su marido cuando éste regresa extenuado del trabajo. Para estos maridos la mujer, con todo lo que normalmente hace, no trabaja pero ellos sí, como en los tiempos primitivos: ella se encarga de las labores del hogar y él de proveer los alimentos. No ha cambiado mucho en miles de años, como se puede comprobar en la casa de muchos de nuestros conocidos. Éstos, por cierto, llaman mandilón al que ayuda a su mujer, especialmente cuando ambos trabajan fuera de su hogar para ganar su subsistencia con un salario.
La pareja debe ser complementaria y basada en el respeto mutuo. Hay cosas que el marido no puede hacer: tener hijos y amamantarlos, para poner los ejemplos más obvios, pero sí puede cambiar pañales, darles el biberón, llevarlos al médico y muchas más actividades. Si la pareja acepta una suerte de división del trabajo, porque así convenga, por ejemplo, a la economía familiar, él va a la fábrica y ella se encarga de las labores domésticas. No es necesariamente denigrante, pero no es un destino de cada quien sino un acuerdo entre ambos, igual podría ser al revés como ocurre en otros países y en ciudades avanzadas culturalmente.
Pero una cosa son los acuerdos entre las parejas y otra que cada quien tenga asignado un papel determinado por el macho en el que la mujer no cuenta ni nadie le pide su opinión, porque así debe ser y no se discute.
Los tres partidos más importantes de México no sólo hacen a un lado estas consideraciones, sino que también han protagonizado escándalos por declaraciones de alguno de sus integrantes –incluso ejerciendo como presidentes de la República– que son ofensivos para las mujeres.
Estas afirmaciones y actitudes, expresadas o llevadas a cabo específicamente por servidores públicos y supuestos representantes de la sociedad mexicana, son verdaderas calamidades, pues reflejan el peligro de hablar (solo por tener voz) desde una posición de "poder", y reafirman el verdadero sentimiento e idiosincrasia no solo de quienes ocupan puestos similares, sino de miles de hombres que piensan de forma similar en cualquier entorno, como en sus casas, trabajos o hasta en la misma calle con cualquier fémina que se les atraviese, ejerciendo todo tipo de atrocidades, abusos y todo tipo de violencia y discriminación por el hecho de ser mujeres. En otras palabras, son hombres que no respetan a las mujeres ni les permitan su realización como seres humanos.
Ellos, los misóginos y machistas, son la regla, y la excepción son aquellos hombres que nos tratan con respeto y como lo que somos: mujeres en igualdad de condiciones con todo lo que esto implica en la vida familiar, laboral y también política.
Ellos, los misóginos y machistas, son la regla, y la excepción son aquellos hombres que nos tratan con respeto y como lo que somos: mujeres en igualdad de condiciones con todo lo que esto implica en la vida familiar, laboral y también política.
ALGUNOS MISÓGINOS EN EL PODER
"Porque ustedes son lo mejor que nos ha pasado, están rebuenas todas para cuidar niños, para atender la casa, para cuando llega uno y ‘a ver mi hijito, las pantunflitas". Estas fueron las polémicas y brillantes declaraciones del Gobernador de Baja California, Francisco Vega de Lamadrid, en un barrio popular de Tijuana, Baja California, enmarcada en la conmemoración el Día Internacional de la Mujer.
Para tratar de aminorar la situación Vega de Lamadrid terminó diciendo: “No, no, ustedes de veras que son el pilar de la familia y ustedes perfectamente lo saben, muchas felicidades”.
Para diputados y activistas estas declaraciones son totalmente reprobables, por lo que ya están preparando quejas ante instancias internacionales.
Hilario Ramírez Villanueva, mejor conocido como “Layín”, de nueva cuenta capta la atención de medios nacionales, después de que hiciera un magno evento que según conocedores, gastó más de 10 millones de pesos en la que presumió regalar a los asistentes más de 50 mil charolas de cerveza, abundante comida y la presentación de la Banda “El Recodo”.
Sin embargo, la atención mediática que recibió no fue tan solo por eso, sino por haber hecho un acto que la mayoría condenó como una humillación a una joven que bailaba con él en el escenario al tiempo en que levantaba su falda.
El actual presidente municipal de San Blas, en un evidente estado de ebriedad, rebasó los límites de la cordura, descubriendo una vez más lo que puede llamarse como misoginia.
La acción del presidente municipal no solo ofendio a la joven, fue un acto frente a cientos de personas al igual que niñas y niños a los cuales no se les puede dar el mensaje que esas acciones son correctas o normales, la ofensa en sí es hacía las mujeres y no lo debemos permitir. ¡No nos callemos y luchemos contra la violencia de género y las actitudes que pretendan denigrar y humillar a las mujeres!.
Gutiérrez de la Torre es acusado de cometer los delitos de trata de personas y de desvío de recursos públicos para financiar una red de prostitución en el Distrito Federal. El pasado 21 de abril, el ex dirigente del PRI en la capital, fue notificado por la Procuraduría General de Justicia capitalina (PGJDF) de su estatus como presunto responsable de actos constitutivos de delito
El modus operandi que denuncia Valentina es muy similar al que Noticias MVS documentó en el reportaje transmitido el 2 de abril del 2014, así como a los testimonios ofrecidos por cuatro mujeres que a principios del año pasado, acudieron al PRI-DF en busca de un empleo como edecanes, pero que se encontraron con una petición de Sandra Esther Vaca Cortés y Claudia Priscila Martínez para que le ofrecieran servicios sexuales al político priista.
En Febrero de 2006, cuando era mandatario, afirmó que: "El 75% de los hogares de México tienen una lavadora, y no de dos patas o de dos piernas, una lavadora metálica", haciendo referencia a las mujeres.
Diego Fernández de Cevallos creó controversia cuando se refirió a las mujeres como "el viejerío".
Alejandro García Ruíz, ex diputado local del PRI, quien dijo: “las leyes como las mujeres, se hicieron para violarlas”
Francisco Moreno Merino, ex diputado federal del PRI
El martes 13 de marzo de 2012, dijo durante una comparecencia que “no hay caballo fino que no tire a mula, ni mujer bonita que no llegue a ser meretriz y hombre bueno que no tire pelo”. Dos días después, Moreno Merino presentó su renuncia a la candidatura al Senado “para evitar daños a la candidatura presidencial de Enrique Peña Nieto”. Éste lo recompensó nombrándolo titular de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) en diciembre de 2012, cargo al que renunció casi exactamente un año después para buscar la presidencia del PRI en Morelos.
Pregunto: ¿Realmente habrá diferencias entre unas "simples" frases disfrazadas de "bromas", las actitudes sexistas o la cosificación de las mujeres, con la discriminación de género, la violencia verbal, psicológica, física, institucional, sexual y la feminicida?. La respuesta más honesta es NO, no hay diferencias. La situación de las mujeres mexicanas en general es lamentable, pues además de crímenes como feminicidios, violaciones y agresiones sexuales o maltrato intrafamiliar, padecemos una serie de actitudes y disposiciones vejatorias de manera sistemática. Cada incidente que se presenta, así como otros que se reiteran desde hace años, nos hacen pensar acerca de la efectividad de las tácticas del machismo social, como por ejemplo, el de naturalizar todo tipo de agresiones y abusos a través de chistes, bromas, imágenes, y todo lo que esté a su alcance, con el objetivo de reforzar el poder masculino y minimizar el papel de las mujeres dentro de la sociedad, comenzando desde los hogares.
Los anteriores, son solo algunos vergonzosos ejemplos de la mentalidad machista y misógina que impera en este país, no solo manifestada por estos petulantes e ignorantes "servidores públicos", sino como el reflejo de una sociedad en decadencia. Lo ideal, tratándose de servidores públicos, sería sancionar y destituir a tipos como estos que usan el poder para, entre otras cosas, seguir discriminando y vulnerando al género femenino, pero no ocurre así.... la impunidad es otro factor que alimenta el machismo, la misoginia y, por ende, exacerba la violencia contra las mujeres.
Es por eso que aunque las autoridades alardeen y ofrezcan discursos en fechas como el Día Internacional de la Mujer, donde pretenden convencernos de los avances que hay en favor de las mujeres, en realidad aún queda mucho camino por recorrer en la búsqueda del respeto por la mujeres y por una verdadera cultura de equidad.
Misoginia, la vida cotidiana en México
Ahora veamos algunos casos que ejemplifican la situación en la que viven la mayoría de las mujeres en este país:
Roxana, encarcelada por dejar a su pareja
El domingo 10 de marzo, Roxana Hernández Santiz fue encarcelada en San Juan Chamula por abandonar al hombre con el que vivía en unión libre. Indígena tzotzil de 14 años, Roxana fue entregada por su familia para que viviera en concubinato con Armando López, de 18 años, a cambio de 15 mil pesos que, “de acuerdo con la costumbre” recibió su abuelo. Cuando Roxana decidió dejar de vivir con él, Armando López exigió la devolución del dinero que había entregado, más los debidos intereses. Roxana fue encarcelada durante 29 horas y sólo se le liberó cuando su familia firmó un documento comprometiéndose a pagar.
Selene, dos veces despedida por estar embarazada
El 14 de febrero pasado, la empresa siderúrgica Simec y su proveedora de outsourcing Serlimp despidieron a Selene Nalleli Ordóñez Aguirre argumentando un recorte de personal. Ella tenía seis meses de embarazo. Con el apoyo de la Red para Prevenir la Violencia Contra las Mujeres en Santo Domingo, Coyoacán, Selene Nalleli logró que las empresas la recontrataran, firmando un convenio en el que se estableció que “se reintegraría a su empleo, gozaría del mismo salario y se le respetaría su antigüedad, sin que existiera alguna represalia”. Sin embargo, el miércoles 5 de marzo las empresas volvieron a despedir a Selene, amenazándola con demandarla penalmente por la protesta realizada anteriormente e ignorando dicho convenio firmado entre Serlimp y la representante legal de Selene, Edith Ramírez Ramírez. La fracción XV del artículo 133 de la Ley Federal de Trabajo establece la prohibición de “despedir a una trabajadora o coaccionarla directa o indirectamente para que renuncie por estar embarazada, por cambio de estado civil o por tener el cuidado de hijos menores”.
Leyes que culpan a las mujeres por acoso y violaciones
En al menos diez estados de la República, alguna dependencia de gobierno ha establecido códigos de vestimenta para sus empleadas en los que se prohíbe el uso de minifaldas, escotes u otros atuendos “provocativos”. Pero en algunos casos se ha llegado más lejos, extendiendo ese tipo de prohibiciones a toda la comunidad. Estos reglamentos responsabilizan a la vestimenta de las mujeres por las agresiones sexuales que puedan padecer.
- En agosto de 2008, el rector de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), Héctor Melesio Cuen Ojeda, prohibió las minifaldas en 56 planteles de Bachillerato con el argumento de que “la vestimenta de las alumnas es una invitación a ser agredidas o acosadas”.
- En enero de 2009, el gobierno panista del municipio de Guanajuato aprueba un Bando de Policía y Buen Gobierno en el que se establecen sanciones de prisión a quienes se besen en la vía pública.
- En mayo de 2011, Evelio Plata Insulza, alcalde priista de Navolato, Sinaloa, propuso prohibir a mujeres adolescentes el uso de minifaldas “como una medida de prevención para bajar los índices de embarazos no deseados”. Según el político, el uso de minifaldas es una conducta de “jovencitas que confunden la libertad con el libertinaje”.
- Igualmente basado en un Bando de Policía y Buen Gobierno, el gobierno municipal de Acuña, Coahuila, comenzó en febrero de 2013 una campaña contra el uso de minifaldas en defensa del “respeto a la moral, el pudor, la decencia y las buenas costumbres”. Javier Aguayo y Camargo, director de Seguridad Pública del municipio, invitó a “salvaguardar la integridad de la comunidad” denunciando a quienes porten esas prendas.
Mujeres dando a luz en patios, baños o banquetas de hospitales
En octubre de 2013 se conoció el caso de una indígena mazateca que dio a luz en el patio del Centro de Salud de Jalapa de Díaz, Oaxaca. Ella llegó al centro de salud con dolores de parto, pero no hubo quien la atendiera. Su caso alcanzó resonancia nacional y gracias a él se conoció que ya antes se habían presentado otros similares.
Tras conocerse que en los últimos seis meses se han dado al menos 8 casos de ese tipo sólo en el estado de Oaxaca, la Comisión Nacional de los derechos Humanos emitió una recomendación al gobernador Gabino Cué Monteagudo por “inadecuada atención médica”. Debido a la presión social y mediática que ha suscitado esta crisis humanitaria, el gobernador respondió con la firma del Convenio para la Atención Integral en los Servicios Obstétricos con Cero Rechazo a mujeres embarazadas, con el cual se busca coordinar esfuerzos de las instancias de salud para solventar la situación.
Evidentemente, faltan años luz para que el tema de una cultura de respeto a las mujeres en general, se establezca en este país. Por tanto, la lucha de nosotras las mujeres debe continuar y prosperar en temas de equidad de género y por la igualdad.
Tenemos la misma capacidad, la misma inteligencia. Somos jefas de familia que hemos luchado brazo con brazo con los hombres. No somos enemigas, somos iguales.
Debemos trabajar desde la base de la sociedad, que es la familia, ya que es ahí donde se inculca el respeto hacia las mujeres durante la infancia y la adolescencia. Ese respeto se fortalece en las aulas, para evitar que los niños y jóvenes actúen por imitación y agredan a sus maestras y compañeras de clase por una simple razón de género y que posteriormente repitan esas conductas en el matrimonio, en el entorno social, laboral o en cualquier otro donde haya mujeres.
¡DEBEMOS REVENIR, EVITAR Y ELIMINAR TODAS LAS CONDUCTAS MACHISTAS Y MISÓGINAS!
Existen numerosas organizaciones de la sociedad civil especializadas en temas de violencia de género, que brindan asesoría a mujeres maltratadas, discriminadas o violentadas ya sea en ámbitos públicos o privados. Además, pueden ser canalizadas ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos, en caso de que hayan sido violentados sus derechos fundamentales por algún servidor público.
DEBEMOS DENUNCIAR Y EXIGIR QUE SEAN GARANTIZADOS NUESTROS DERECHOS PARA SALVAGUARDAR NUESTRA DIGNIDAD E INTEGRIDAD.
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FUENTES: