¡Ay, que filosófico suena! ¿No? Al leerla, tal vez tu mirada se quede perdida en el horizonte, recordando los instantes más importantes de tu vida y, quizá, imaginarás un futuro lleno de momentos significativos…Pero no, ¡regresa!, el título no tiene nada qué ver con reflexiones acerca de lo que hemos hecho de nuestros días en este mundo. Suena poético, pero no, este artículo tiene que ver con algo mucho más prosaico y, en esta época, no pocas veces angustioso: el arte y el trabajo de conseguir un trabajo decente en este tiempo de recesión, en especial, siendo mujer de edad madura.
Tal vez recuerdes, si es que has echado un vistazo a mi e-book de Guía para la Futura Ex-esposa, que te sugerí buscar un trabajo ANTES de salir de tu matrimonio y, por supuesto, después de que el divorcio se ha dado, el trabajo remunerado será parte de tu vida – a menos que te hayas divorciado de Bill Gates.
Incluso si sigues casada y no está entre tus planes dar por terminada tu relación, hoy en día, son cada vez más necesarias las entradas de los dos miembros de la pareja. Por esta razón, muchas mujeres deciden aceptar pésimos empleos que tienen la “ventaja” de ser de medio tiempo, lo que les permite seguir haciéndose cargo, por completo, del trabajo de casa. Para las mujeres casadas con hij@s o madres solas es, también, común verlas en “negocios” de mercadeo en red. El sistema, en teoría, no tiene nada de malo, es más, es excelente, el problema es que, en la práctica, las deja con menos dinero que el que tenían cuando ingresaron y con una fea sensación de haber sido timadas y explotadas pues l@s “líderes” sólo van a lo suyo y, en cuanto logran la calificación que querían dándote atole con el dedo, te ignoran y siguen con su vida – en otra ciudad – trasquilando incaut@s.
Otra opción, ante la dificultad de reincorporarse al mercado laborar después de varios años dedicadas al trabajo de casa, es aprovechar todas las competencias desarrolladas en dicha actividad y sacarles partido mediante la creación de algún negocio: cocinas económicas, cuidados a personas mayores o enfermas, remendando ropa, marcando uniformes escolares con los nombres de los hijos, haciendo la compra a personas muy ocupadas. Iniciándose en el mundo Freelance, aprovechando sus conocimientos académicos.
¿Dejaste de trabajar fuera de casa de manera definitiva? ¿Has trabajado de manera intermitente, dependiendo de las necesidades y características de tu familia en formación? ¿Te dedicaste a estudiar y estudiar por las mañanas mientras tus hij@s estaban en la escuela, pero nunca pusiste esos conocimientos en práctica en el ambiente laboral? ¿Qué crees? ¡Eso va a afectar de manera negativa tus posibilidades de conseguir un buen trabajo! (porque eventuales hay a montones…sí, de esos que te pagan “salarios” insultantes, sin prestaciones de ningún tipo; esos trabajos de “chivo brincado, chivo pagado”, como decimos en México, es decir, hora trabajada, hora pagada, como si fuéramos obrer@s a destajo).
Si has dejado de trabajar fuera de casa (porque dentro, no dejas de trabajar nunca y gratis) habrás perdido varias ventajas, verás: no podrás seguir cotizando para el IMSS – o cualquier otro sistema de ahorro para el retiro si vives en otro país – (a menos que decidas ser asegurada independiente y pagues tú misma – pellizcando un poco del dinero del gasto - cada mes para poder retirarte algún día), no podrás tener tarjetas de crédito tuyas (no la que te da tu esposo que, finalmente, está a nombre de él) ¿Y cuál es el problema? Pues que no podrás construir tu historial crediticio (uno bueno ¿eh?) que será esencial para que, al ver que sabes manejar el dinero, las tarjetas y tus créditos, te puedan otorgar un crédito grande para algún negocio, tal vez una Pyme o Mi pyme, para comprar una casa TU-YA o un auto, para poder invertir en algún negocio, para crear un portafolios de inversiones que se adecue a tus necesidades, ingresos y estilo de vida; porque no podrás aportar - otra vez, si vives en México – al INFONAVIT o cualquier otro sistema que, combinado con el sistema de retiros, te permita conseguir un crédito para una casa y, finalmente porque, si vives violencia, no tener dinero propio será un gran impedimento para tomar la decisión de dar por terminada tu relación con alguna seguridad de que tu situación financiera no sufrirá un gran revés, punto.
Sea como sea la situación en la que decidiste reincorporarte al mundo laborar, hay un aspecto que, hoy por hoy, es todo un arte: elaborar una hoja de vida o currículum vitae “que venda” como dicen. “Debes saber venderte” para obtener un buen trabajo.
Ya no se trata de un simple listado en el que mencionabas todo lo que estudiaste y los lugares en los que trabajaste; ahora, hay que tener en cuenta muchos detalles para hacer un CV “triunfador”.
No sabía lo difícil que era hacer un C. V. Antes, sólo hacías una lista de tus saberes y experiencias y ya; hoy, es todo un arte para el que hay que estudiar, como mínimo, un cursillo de cómo redactar un grupo de hojas de vida, por ello, he decidido compartir contigo todo lo que he aprendido acerca del arte de elaborar un C. V. digno de la era neoliberal.
CONFECCIÓN DE UN CURRÍCULUM VITAE: GUÍA BÁSICA PARA CONSEGUIR LA ANSIADA PRIMERA CITA LABORAL
· Dedica tiempo para su elaboración pues si lo hiciste a las volandas, existe la posibilidad de que haya faltas de ortografía, errores de puntuación, redacción confusa, todo lo cual manda el mensaje de que te preocupaste poco, lo que puede darles una idea de alguien que se comportará de la misma manera en su futuro empleo.
· No debe rebasar la cantidad de dos hojas en las cuales debes proporcionar información concisa y completa, en especial, cuando incluyes demasiada información personal porque los reclutadores sólo le darán a cada C V un promedio de ¡diez segundos! ¡Sí, leíste bien, diez se-gun-dos!, así que el inicio debe ser lo suficientemente convincente, conciso y atractivo como para que decidan seguir leyéndolo. Escribe sólo tu nombre, datos de localización – teléfono, celular o móvil, correo electrónico – no necesitas decir si eres casada, soltera, con hijos, la edad pues eso te lo preguntarán si consigues la primera entrevista.
· Debe tener una fotografía (aunque, en sentido estricto, eso está prohibido porque es una forma de discriminar a una persona si la imagen que ven no les gusta por su edad, su raza, su aspecto, su color de piel, su peso corporal, o cualquier otra característica que nada tiene qué ver con sus capacidades laborales).
· Debe tener una carta de presentación lo suficientemente “apetitosa” para que el personal de reclutamiento deseé seguir leyéndolo.
· Ya en el C. V. en sí, debes iniciar con un resumen de lo que el reclutador verá a lo largo del documento. Si tienes poca experiencia laboral porque te casaste al terminar tu carrera o la dejaste inconclusa, es conveniente incluir tu educación media y universitaria. Si cuentas con una certificación o especialidad, es el momento de mencionarla. Se trata de diferenciarte de la gran cantidad de personas que mandan su C V. Si, por el contrario, ya tienes más experiencia laboral, puedes eliminar tus estudios en el resumen, sólo menciona tu licenciatura y pon mayor énfasis en estudios de postgrado si los tienes.
· No poner la edad pues podría ser el primer filtro para desecharte (sí, yo sé que se ve muy desalentador, pero así es: las empresas parecen enfocarse en personas entre 25 y 40 años)
· Revisar, aunque no lo creas, tu Facebook, pues cada vez más, los reclutadores averiguarán quién eres entrando a tu cuenta. Hay que ser muy cuidadosas con lo que se comparte en esta red social pues dice mucho de nosotras y, en cuanto al ámbito laborar se refiere, ver fotografías de tu desayuno, puede restar puntos en la imagen que das de alguien, digamos, un tanto inmadura.
· Ahora es el turno de tu experiencia laboral. Evita hacerlo de manera muy general; es mejor utilizar ideas más concretas. Por ejemplo, si eres, como yo, maestra, deberías escribir. “Maestra, especialista en determinada área, en vez de dejar la palabra general “maestra” pues hay millones con la misma profesión. Es la especialidad lo que marcará la diferencia. Se trata de dar una idea clara al posible entrevistador/a de las áreas en las que estás involucrada y/o aquellas que más te interesan y, por lo tanto, de las qué más sabes y en las que mayor experiencia tienes. Recuerda, de lo que se trata es de evitar ser descartada en ese momento para que puedas tener la oportunidad de una primera entrevista.
· Destaca tus resultados profesionales. Cada vez es más importante que comentes – es conveniente que menciones cifras, porcentajes – los resultados que conseguiste; busca algunas de las actividades que fueron más representativas de tu trabajo y cómo impactó tu labor en beneficio de la empresa.
· Clara y concisa: qué hiciste, cómo lo hiciste y qué resultados obtuviste. Una forma de corroborar que tu C. V. es claro consiste en leerlo en voz alta o que alguien más lo lea para cerciorarse de que no repetiste mucho una palabra o que lo que escribiste es comprensible.
· Actualiza tu C. V. de manera regular y prepara varias versiones del mismo (yo, personalmente, tengo una carpeta con varias de ellas que enfatizan diferentes características del mismo) Recuerda, no se trata de falsear la información – tarde o temprano se darían cuenta y te costaría caro que te sorprendieran en plena entrevista – se trata de poner el foco en determinadas habilidades, conocimientos o experiencias dependiendo de los requisitos que menciona el anuncio que estás contestando. Hoy en día, cada vez más las empresas utilizan máquinas que ayudan a seleccionar a los candidatos. Estas funcional de una manera parecida a como lo hacen los buscadores de internet, es decir, se programan para que localicen determinadas palabras clave; por lo tanto, lee muy cuidadosamente lo que pide el anuncio y cerciórate de escribir en la carta de presentación y en el resumen esas palabras para que, cuando lleguen a un ojo humano, decidan leer el C V completo y puedas tener mayores posibilidades de ser llamada para una entrevista. *Fuente: Zona Jobs
La semana entrante hablaremos de la primera entrevista pues es el siguiente paso para hacer tu mejor esfuerzo en la cerrada competencia de conseguir un trabajo así como de otras experiencias que he tenido – buenas y malas – para salir adelante con mis hijos. Mi intención es compartir contigo lo que me ha funcionado y lo que me ha dejado con un muy mal sabor de boca para ayudarte, en lo posible, a evitar las últimas.
Que tengas una estupenda semana.
Mercedes